Entrevista a Julián Sánchez Mora, director del Colegio Salesiano Hermano Gárate

La Tribuna de Ciudad Real

Entrevista

«Urge que los partidos hagan un pacto por una ley de educación, ya que los alumnos no son "conejillos de indias"»

Manuela Lillo - domingo, 15 de febrero de 2015

Julián Sánchez Mora • Director del Colegio Salesiano Hermano Gárate

Cómo acoge su nueva etapa como director del centro?

La he acogido muy bien. Venía de ser administrador de toda la inspectoría salesiana San Juan Bosco y, por lo tanto, de estar totalmente dedicado a las finanzas y a la gestión económica, a estar en la dirección de un colegio como el Saleasiano Hermano Gárate, con el contacto con los alumnos, los profesores... Me da otras perspectivas educativas y como sacerdote que no me daba el puesto anterior. Así que estoy muy contento.

Este año se conmemora el 200 aniversario de San Juan Bosco, ¿qué tienen preparado?

Acabamos de celebrar los primeros actos del bicentenario de San Juan Bosco y ha habido una serie de actos muy importantes. Desde una suelta de globos de los 1.300 alumnos, al Día de Deportes que hicimos en el Polideportivo Juan Carlos I, donde hubo un ambiente juvenil y de fiesta, y después  la misa, con los 1.300 alumnos y presidida por el señor obispo, Antonio Algora. También tuvimos la inauguración de una biografía de San Juan Bosco, escrita por un salesiano, Francisco Rodríguez del Coro, a la que asistieron un centenar de personas.

¿Tienen más actos planeados?

Sí, de cara al 5 y 6 de marzo asistiremos a un congreso nacional de escuelas salesianas que se celebrará en Madrid y en el mes de mayo, con la fiesta de María Auxiliadora, tendremos actividades culturales, recreativas, deportivas y de todo aquello que atrae a los alumnos. También se hará la procesión de María Auxiliadora, que este año sacaremos también a San Juan Bosco.

Uno de los puntos fuertes del colegio son los ciclos de formación profesional, ¿cuáles se pueden cursar y qué respuesta tienen por parte de los alumnos?

La formación profesional, compuesta por la formación profesional básica, es para aquellos chicos que de alguna manera han fracasado en la ESO y que ahora tienen esta posibilidad de acceso para que después puedan continuar con ciclos de grado medio y después, si quieren, de grado superior. Tenemos 370 alumnos en FP, que ya es, está completo. Por lo tanto, es una de las secciones educativas fuertes en Hermano Gárate, pero ademas tenemos un ciclo de grado superior, que es de electricidad, electrónica y tenemos también de sistemas electrónicos, igual de grado medio, como de informática, administrativos... Tenemos una gran variedad y es muy aceptada por los alumnos, que son muchachos que tienen más difícil el acceso al mercado de trabajo.

¿Tienen salidas laborales?

En Ciudad Real es difícil, puesto que es una ciudad más de servicios que de empresas industriales o de mecánica, pero no tenemos ninguna dificultad a la hora de que los chicos hagan prácticas en empresas y yo lo agradezco. Se los rifan, por lo que creo que es un buen indicador de que los ven preparados, buenas personas y muy indicados para aceptarlos cuando terminen y hacer sus respectivos contratos de trabajos, si no aquí, en Madrid y, por ejemplo, hace muy poco nos pidieron quince alumnos allí para contratarlos, sobre todo en la rama de telecomunicaciones.

¿Qué peso tiene la FP con respecto a la Universidad?, ¿cree que es una puerta al mercado laboral frente a la saturación de algunas titulaciones universitarias?

Hay que romper un tabú con respecto a la educación de la formación profesional: El que dice que la formación universitaria es de elite o de ricos, y la formación profesional es una enseñanza para pobres o de segundo grado. Esto no es verdad porque, además, haciendo la formación profesional en grado medio y después el acceso al grado superior, pueden entrar en la universidad mediante la convalidación de las asignaturas y hacer cualquier carrera técnica. Por lo tanto, creo que hay mayor conciencia en los padres. En segundo lugar, yo diría que hay chicos que, al terminar su bachillerato, optan directamente por la formación profesional porque les facilita entrar al mercado laboral antes que mediante la universidad. Es cierto que la universidad tiene a la hora de colocarse mucha saturación mediante los títulos que tiene y en España estamos necesitados de técnicos y de profesionales que hayan hecho una buena FP. Así, cuando las empresas se encuentran con alumnos de colegios que tienen un prestigio como el nuestro, no dudan en contratarles y el chico o la chica que encuentran su puesto de trabajo es lo que desean y son felices.

¿Qué evolución ha seguido el alumnado en Bachillerato?

En primer lugar, debo decir que nuestro colegio tiene todo el bachillerato concertado, lo que significa que solamente tiene un coste para los padres muy pequeño comparado con el bachillerato que no está concertado. En Hermano Gárate, todos los bachilleratos, desde Humanidades a Sociales, el Tecnológico y el de Ciencias, los cuatro que tenemos, están concertados, lo que es una gran ayuda para los padres. Ahora, es cierto que nosotros tenemos todo el bachillerato lleno de gente, aunque quizás donde más hay que estimular es a hacer el bachillerato tecnológico y el de Ciencias.

Ha habido distintas leyes de educación y ahora hay otra nueva, ¿qué le parece esta nueva normativa?

Es difícil dar una opinión cuando todavía no sabemos toda la ley de educación, ya que todavía tienen que salir los reglamentos que la desarrollen. Pero yo pienso que urge que los partidos políticos hagan un pacto por la educación, por una ley de educación. Los alumnos y los ciudadanos, jóvenes españoles no son conejillos de indias que, según cambie el partido, así le damos una ley de educación distinta. Esto va en detrimento del aprendizaje, del rendimiento de los alumnos y, por lo tanto, lo que hace falta es mirar al punto de partida y este es que no puede ser que cada ‘x’ años, por unas elecciones, estemos cambiando de ley de educación. Dicho esto, diré que hay algunas cosas que están my bien en la ley de educación, como, por ejemplo, que los alumnos tengan sesiones con distintas modalidades de asignaturas que les van a dar más posibilidades para ir eligiendo dónde quieren ir. Esto, a su vez, necesitará de un gran trabajo de orientación que tendrá que dar el colegio. Por lo tanto, ahora mismo creo que tan equivocado es defender la ley de educación a ultranza como condenarla como hacen otros sin más.

¿Se debe reforzar la autoridad de los profesores?

Creo que es en un punto crucial en estos momentos. En una sociedad que ha destruido la autoridad, ahora está pagando en la educación que el profesor haya perdido su autoridad. Yo animaría a los padres porque, por defender a sus hijos, a veces con razón, pero otras sin ellas, que sean ellos los que decidan en casa, pero no en el colegio. Quitar autoridad al profesor del colegio mina ciertamente esa autoridad, ese papel que desempeña un profesor. Después habrá que hablarlo, dialogarlo, pero yo entiendo que debe haber un gran contacto de los padres con los colegios, más que desacreditar ante los hijos la autoridad del profesor. Pero no sólo en el campo de la educación, la autoridad es lo que en esta sociedad se ha denigrado y en muchos sectores estamos faltos de esa autoridad romana que daba prestigio a los distintos cargos.

¿Cómo conjugan las nuevas tecnologías con la labor educativa en  las aulas?

Refiriéndome siempre al ámbito de la educación, esto es difícil. Hay medidas que los alumnos entienden y no tenemos problemas porque lo aceptan. En nuestro centro, desde que entran por la mañana hasta que salen, según su horario, no pueden utilizar su móvil. Esto no significa que no haya riesgos y, a veces nos encontramos con problemas fuertes por todos los problemas que desencadenan las redes sociales, de contenido, formatos, etc. Nosotros intentamos educar en eso. Esta mañana  (por el viernes) a alumnos de formación profesional, la Policía Nacional les ha dado una conferencia sobre drogadicción, pero también la hemos dado durante este curso sobre el uso de las redes sociales. La tecnología tiene que entrar en el aula, un aula no se puede hoy mantener a base de la tiza, los alumnos hoy en día no aprenden mediante una tiza, aunque, evidentemente, haya que usarla. Es necesario que el aula se abra a las nuevas tecnologías, al mundo de la informática, de la red de la comunicación, pero eso nos exige generar también una nueva educación para el uso de todo esto. Lo que no podemos hacer es abrirnos a estos campos sin que a los alumnos se les acompañe en un proceso de educación al uso de estas nuevas tecnologías. El problema no es el uso de nuevas tecnologías, cuanto de si un colegio está preparando a sus alumnos para su uso y que, como todo, exige una responsabilidad ética para su manejo. No obstante, los jóvenes no son conscientes de los riesgos de las redes sociales.

¿Qué papel debe jugar la religión en las aulas?

A mí parece que la religión tiene que formar parte de ese tronco de formación de la persona. Las personas no son algo estanco, ya hecho, es un continuo hacerse y, sobre todo, hay que educar en valores. Un colegio no puede tener un proyecto educativo, si quiere educar, que no haga referencia al cuadro de valores en el que se mueve la educación que está dando. Por lo tanto, la educación religiosa es algo que aporta a la persona unos valores que dignifican al mundo, a la persona, a la historia y a la sociedad. Dios, como apertura, como referencia a lo transcendente, siempre es un valor para la persona.

¿Tiene que ser obligatoria?

El colegio la debe ofertar, lo que no estoy de acuerdo es en que tenga que ser por imposición.

¿Qué tengan capacidad de decisión los padres?

Que los padres decidan cuando los niños son pequeños y que sean los alumnos cuando sean mayores quienes asuman esa responsabilidad de elegir. Hay que ofertar todo, desde prácticas religiosa a la formación religiosa. De hecho, nosotros hacemos convivencias cristianas, ayer mismo les dije una misa a los alumnos de grado superior y para mí fue un encanto, por la cercanía, el diálogo y la comunicación y la fe de esos jóvenes y es bueno que entiendan que Dios no les quita nada, sino que les da y les posibilita una gran dignidad para vivir.

Su colegio es uno de los más solicitados tradicionalmente en la capital, ¿a qué lo atribuye?

El colegio sigue estando muy solicitado. De hecho, estamos en el periodo de inscripción y vamos por cifras muy elevadas. El secreto está, primero, en que los salesianos somos una entidad educadora. Casi por definición estamos dedicados a la actividad educativa y pastoral. Esto nos avala desde que San Juan Bosco instituyó la congregación salesiana y estamos en 133 países. En segundo lugar, diría la profesionalidad de nuestro profesorado. Tenemos un claustro que es muy profesional, muy dedicado y que se identifica muy bien con los salesianos. Aquí somos diez salesianos, pero la misión es compartida con 85 personas que forma el claustro y el personal de administración y servicios. Y, en tercer lugar, porque los padres, cuando hacen las inscripción para sus hijos, saben que van a un colegio religioso, pero saben que hay una dedicación al estudio o al taller, en el caso de los ciclos. Saben que hay un seguimiento de los alumnos y creo que todo esto es bueno. Además, intentamos atender a la diversidad, aunque no siempre acertamos y hay casos lamentables a los que no hemos sabido tratar, pero son excepciones. Salesianos en Ciudad Real es que está dando una calidad educativa grande, moderna, de acuerdo con las nuevas tecnologías y preparando bien a sus alumnos para la universidad o el mundo laboral. Además, en el colegio también contamos con el centro juvenil, desde que el que desarrollamos distintas iniciativas.

¿Tiene un reto para el centro?

El gran reto que a mí me gustaría es que este colegio lograra la excelencia en la educación y eso se lograría mediante nuevos equipamientos informáticos y de las tecnologías de la comunicación e información y me gustaría que esta excelencia llegara a dar una calidad educativa para quienes salgan de nuestros centros sean personas de hoy, una educación moderna que sepa dar respuesta a los retos personales, sociales y políticos que tiene hoy la sociedad.